Sexo: Macho
Todas las tardes, Felipe se acercaba a unos vigilantes de seguridad porque sabía que le llevaban algo de comer, aunque tenían que hacerlo a escondidas, como pasa tantas veces. Enseguida cogió confianza: ya no iba sólo por comer sino que empezó a quedarse más tiempo allí, quería que jugaran con él, se dejaba tocar, cada vez era más cariñoso. Así que un día decidimos que era momento de sacarle del peligro de vivir en aquella calle y probar si se adaptaba bien a una casa y así fue.
Felipe está feliz viviendo dentro de una casa, se lleva muy bien con otros gatos y es cariñoso con las personas. Ha dado positivo a inmuno, pero él está totalmente sano y no supone ningún problema para convivir con otros gatos.
Se entregará en adopción con el protocolo veterinario completo.