Con la llegada del verano llegan las altas temperaturas, ni las personas ni los gatos estamos exentos de sufrir un golpe de calor. Aunque los gatos son animales frioleros que en invierno gustan de estar cerquita del radiador, huyen del frío, las altas temperaturas también les son muy peligrosas.
Su pelaje les protege de las radiaciones solares pero también guardan a través de él el calor. Si bien suelen buscar los sitios más frescos en la casa o en la calle, hay que proporcionarles todos aquellos cuidados necesarios que les ayuden a pasar esta época estival lo más fresquitos, cómodos e hidratados posible, y, sobre todo, protegerles para evitar que sufran un golpe de calor. Vamos a explicar qué es un golpe de calor en los gatos, cómo detectarlo, y cuáles son los primeros auxilios a practicar en caso de que ocurra.
También os daremos consejos y trucos para ayudarles a estar frescos en esta época. Pero recuerda que aquí te vamos a dar unos consejos orientativos, SI HACE CALOR Y TE PREOCUPA LA SALUD DE TU GATO PONTE EN CONTACTO SIEMPRE CON TU VETERINARIO DE CONFIANZA ANTE CUALQUIER PROBLEMA O DUDA.
¿QUÉ ES UN GOLPE DE CALOR?
Un golpe de calor es una subida repentina de la temperatura corporal y si no se trata puede producir daños serios, irreversibles e incluso la muerte.
La temperatura habitual de los gatos oscila entre los 38 y 39,5ºC. Una vez superada esa temperatura el sistema de regulación de los gatos comienza a activarse para refrigerarse, comienzan a sudar. Pero los gatos no sudan como lo hacen los humanos, ellos no poseen glándulas sudorípodas por todo el cuerpo como nosotros, sólo en algunas zonas: las almohadillas, la línea triangular de la cara, las axilas y las zonas genitales. También intentan regular la temperatura y desprenderse del calor a través de la respiración. Como vemos, tienen un sistema de regulación muy limitado por lo que hay que ayudarles a combatir el calor en verano.
No a todos los gatos les afecta igual el calor, hay que tener especial cuidado con los gatos de cara chata, los de pelo largo, y los de color blanco. También son especialmente sensibles los cachorros, los gatos ancianos, obesos, enfermos, con problemas cardíacos y respiratorios, siendo necesario prestarles a todos ellos una atención más especializada.
¿COMO DETECTARLO?
Si sospechas que tu gato está teniendo un golpe de calor llama urgentemente a un veterinario y descríbele los síntomas para que él explique los pasos a llevar a cabo. UN GOLPE DE CALOR ES UNA URGENCIA VETERINARIA
Uno de los primeros síntomas es la subida de la temperatura corporal. Comprueba su temperatura con un termómetro, si la temperatura es alta o llega a 42º debes actuar con rapidez y practicarle los primeros auxilios.
Otros síntomas que te pueden indicar que tu gato puede estar sufriendo un golpe de calor son: el gato puede empezar a ponerse nervioso, jadear, sufrir temblores, vómitos, las encías se ven de un color oscuro más intenso de lo normal, pulso rápido, babeo, ojos vidriosos. En los casos más graves pueden sufrir desmayos, pérdida del conocimiento, entrar en coma y finalmente producirse la muerte si no se ha conseguido superar la crisis.
PRIMEROS AUXILIOS A PRACTICAR EN UN GOLPE DE CALOR
Como hemos dicho anteriormente, un golpe de calor es una urgencia veterinaria y debes llamar a un profesional para que te indique la forma de actuar ante la emergencia. Aquí te damos únicamente algunos consejos para solventar la situación mientras acudes al centro veterinario de urgencias o localizas al veterinario por teléfono.
Si has comprobado la temperatura del gato y es alta no debes bajar su temperatura de forma brusca sino gradual, para que no sufra un shock:
– Lleva al gato a un lugar fresco y con ventilación donde no le den los rayos del sol.
– Puedes abanicarle o acercarle un ventilador.
– Ponle algunas toallas humedecidas alrededor del cuello, en las axilas, humedece sus almohadillas o rociarle con agua en un spray difusor.
– Si el gato está consciente (nunca en caso contrario) puedes darle agua para que beba o humedecerle la boca.
– Deja de aplicarle las toallitas cuando su temperatura vuelva a ser de 39º y LLÉVALE A LA CLÍNICA VETERINARIA para que valore los daños que tiene.
ALGUNOS CONSEJOS PARA PREVENIRLOS
Agua: todos sabemos que a los gatos les gusta beber agua fresca, y que les encanta beber del agua del grifo. Puede que si la temperatura del agua no es la adecuada tu gato beba con menos frecuencia, lo que puede conllevar a que esté menos hidratado y las altas temperaturas supongan una mayor amenaza. Hay que cambiarles el agua varias veces al día para que ésta se mantenga fresca. Si vas a estar muchas horas fuera puedes colocar más de un recipiente y en uno de ellos deposita un par de hielos, así cuando se caliente el agua de uno podrán beber del otro que estará fresquita. No es conveniente echar mucho hielo pues si el agua está demasiado fría no la beberán, además seguramente jugarán con los cubitos.
Otra opción es comprar una fuente de agua para gatos y así siempre tendrán agua en movimiento. La puedes conseguir por internet o en tiendas especializadas de animales.
Ambiente de casa fresco: Mantén las persianas de casa bajadas en las horas que haga más calor y aprovecha para ventilar en las primeras horas de la mañana o en la noche. Recuerda tener siempre protecciones en las ventanas, balcones y jardines pues los gatos son curiosos por naturaleza y evitarás caídas, escapadas indeseadas con el riesgo que ello conlleva de accidentes, peleas, enfermedades, pérdidas, envenenamientos etc….
También puedes usar el aire acondicionado y el ventilador para mantener fresca la casa, pero siempre bajo vigilancia. No conviene que el aire acondicionado le de directamente y si usas el ventilador, siempre mantén una mirada atenta, dado el carácter explorador y juguetón del gato puede acabar haciéndose daño.
Si tu gato sale a la terraza o jardín ten siempre agua fresca accesible donde no le pueda dar el sol y asegúrate de que tenga un lugar donde haya sombra para resguardarse, pues de lo contrario un golpe de calor le puede sobrevenir en minutos. Además evita que salga en las horas que más calor hace 12h-18h.
Ejercicio físico: Aunque los gatos con el calor suelen estar menos activos, procura que las horas en las que juegas con ellos coincidan con las que menos calor hace. Puede ser por la mañana y por la tarde-noche. Así evitarás que se sofoquen innecesariamente. Si tienes cachorros, abuelitos, o un gato enfermo, o con sobrepeso, este consejo es aún más necesario de practicar.
Espacios cerrados: No dejes a un gato en sitios pequeños y mal ventilados. JAMÁS DEJES A UN GATO ENCERRADO EN UN VEHÍCULO, NI AUNQUE ESTÉ A LA SOMBRA, NI AUNQUE PIENSES QUE VAN A SER UNOS MINUTOS, estarás condenandolo a la muerte y a ti a una sanción ante la ley, pues este hecho está recogido en la Ley de Protección Animal. Tampoco les dejes nunca encerrado en un transportin o en una habitación pequeña. Estos espacios al ser pequeños alcanzas altísimas temperaturas a gran velocidad y no tienen salida para ir a refrescarse. Sufrirían un golpe de calor inmediato.
Refrescar a tu gato: Puedes aliviarlo en los momentos más calurosos, empapando una toalla con agua y aplicarla en el cuello, axilas, almohadillas y rostro. No conviene que mojes mucho al gato, ni que le mantengas con humedad, su piel es muy fina y pudiera ser que le saliesen hongos.
Cepillado: Los gatos tienen un pelaje adaptado a las estaciones. En verano desprenden mucho pelo para estar más frescos. Una forma sencilla y esencial para ayudarle con el calor es cepillarles para que suelten el pelo con mayor rapidez. Además, a algunos gatos les encanta y estarán muy agradecidos de que les pases el cepillo, es un momento de intimidad con él muy bonito. Si no le gustase acostumbrále poco a poco, con sesiones muy leves pasando primero superficialmente el cepillo por el lomo para poco a poco intensificar el cepillado e ir ampliando a otras zonas más delicadas como la tripa.
Viajes: Si tienes pensado viajar con un gato es mejor que lo hagas en las horas de menos calor. Usa las normas de seguridad necesarias para el traslado de animales y evitarás llevarte ningún susto. Sujeta bien el transportin con el cinturón de seguridad. Es importante mantener el coche fresco y ventilado y si el viaje va a durar muchas horas deberás parar de vez en cuando para ofrecerle agua (siempre sin sacar al gato del transportín, la forma segura es introducir un pequeño recipiente y retirarlo una vez haya terminado de beber sin que se te salga el gato, abriendo la puerta el espacio mínimo necesario para introducir el recipiente y siempre con el coche parado y todas las puertas y ventanillas cerradas). No es aconsejable darle de comer cuatro horas antes del viaje para evitar que vomite o se maren, también le provocaría sed.
Nosotras no aconsejamos las residencias para gatos. Pero existen otras opciones de cuidadores de confianza que por poco dinero van a casa y pueden cuidar de tus gatos en su entorno. Para ello ponte en contacto con nosotras y estaremos encantadas de asesorarte y facilitarte contactos.
Gracias por todo