Todo el mundo sabe los efectos nocivos que tiene el tabaco en la salud de las personas, sean éstas fumadoras activas o pasivas. Tampoco nos cuestionamos lo inaceptable de fumar junto a un bebé o un niño por ser éstos especialmente vulnerables. Pero lo que no consideramos son las consecuencias graves que este mal hábito provoca también en los gatos y demás animales.

Los gatos sufren radicalmente los efectos nocivos del tabaco
¿Has pensado alguna vez en el pequeño tamaño de los pulmones de tu gato, de tu perro, de tu hamster? ¿Y en su elevada sensibilidad olfativa? Sólo pensarlo produce angustia.
Pero además, el humo que exhalan los fumadores que acostumbran a fumar dentro del hogar queda en el ambiente, se impregna en los muebles, paredes, manos, en la ropa, alfombras, en el pelaje de los animales, sus juguetes y su agua, en su piel. Los gatos dedican muchísimo tiempo a acicalarse, lo que hace que además de respirarlo, ingieran gran cantidad de nicotina y de sustancias insalubres, convirtiéndose así en victimas aún más afectadas e indefensas que los perros u otros animales. Los gatos de piso, por otra parte, permanecen siempre en el interior de la vivienda, respirando continuamente el aire insano.
En el caso de los gatos, se estima que la dosis tóxica de nicotina es de 1-2mg por cada kilo de peso. Una cantidad de tan sólo 8mg/kg resultaría fatal para ellos.

Los efectos en otros animales
Los perros a los que obligamos a respirar nuestro humo también pueden sufrir asma, enfermedades cardiorespiratorias y cáncer. Los perros de hocico largo, como los Collies, son más susceptibles al cáncer nasal, y los de hocico corto el cáncer pulmonar.
Las aves son muy vulnerables a la inhalación del humo pues además de pulmones poseen sacos aéreos pulmonares distribuidos por todo su cuerpo. Los pájaros de personas fumadoras tienen riesgo alto de padecer neumonía e incluso la muerte.
Los conejos y reptiles a consecuencia del humo pueden sufrir irritación en los ojos y temblores.
Los animales en general que conviven en un ambiente donde se fuma pueden mostrar síntomas de irritación, alergias, pérdida de apetito y un alto riesgo de intoxicación por nicotina en caso de ingerir tabaco, trozos de colillas, o beber agua contaminada (en ceniceros por ejemplo).
Concienciémonos
Si fumas y tienes animales en casa deberías considerar el daño que les está produciendo, estás arriesgando su salud y su vida. Además de lo incómodo y desagradable que es para ellos ese olor, por favor, reflexiónalo. Puedes establecer una zona para fumar donde no se vean afectados: una terraza, el patio, una habitación donde puedas ventilar bien y a la que los animales no tengan acceso, o la calle.
Si alguna vez has pensado en dejar el hábito del tabaco quizá ahora tengas otra razón más.
Y si el gato o el perro al que tanto quieres puedes protegerle dejando simplemente de fumar a su lado, lo que también debes saber es que seguirás participando de la experimentación animal de la industria tabacalera, puedes leer sobre ello en Fumar te hace cómplice de la tortura animal. Animanaturalis.
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Gracias por esa compilación de coherencia, los fumadores tendrán su recompensa, pero desde luego q los no humanos no elegirían nunca fumar. Es otra de las condiciones q deberíamos poner las asociaciones protectoras, no dar animales a fumadores, es otra forma de maltrato.